Luis Caputo es economista de la Universidad de Buenos Aires. Sin embargo la mayoría de sus pares, colegas y ex compañeros del gabinete económico del Gobierno de Mauricio Macri, lo definen como un trader, un Lobo de Wall Street y no como un macroeconomista.
Fue al colegio La Salle y estudió Economía en la UBA. Trabajó años como jefe de trading en JP Morgan y Deutsche Bank.
Toto, como le dicen a Luis Caputo, es primo de Nicolás Caputo, amigo de Mauricio Macri. En 2015 Macri lo reclutó para su gabinete. Veranean casa de por medio Cumelén Country, en Villa La Angostura.
Caputo fue secretario de Finanzas de su gobierno. Luego, ministro de Finanzas y finalmente presidente del Banco Central. Ahora volvería a la función pública como ministro de Economía de Javier Milei.
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Exministro de Finanzas de Mauricio y Macri y expresidente del Banco Central, Caputo volverá a la función pública como titular de la cartera económica del libertario.
“Hace un tiempo que los ayudamos a entender cuestiones técnicas de la macro, y eventualmente se ve que les fue pareciendo interesante y por eso se convirtieron en conversaciones para conformar equipo”, dijeron cerca suyo.
La principal tarea de Caputo consistiría en una operación de ingeniería financiera para bajar el stock de las Leliq en poder de los bancos y que según Milei es la precondición para levantar el cepo. Caputo estaría pensando en reemplazar esos títulos por un bono en dólares de legislación extranjera.
¿Hay margen para que la Argentina coloque deuda?
Parecería que sólo si Argentina presenta un plan fiscal audaz y creíble.
“El Messi de las finanzas”, como rotuló una vez Marcos Peña a Caputo en 2016, siempre fue convocado por Macri para tareas puntuales y específicas. Casi como un bombero o un troubleshooter. ¿Será igual ahora?
Toto lideró la salida del default con los holdouts (junto a Mario Quintana, también compañero suyo en la UBA). Tomó deuda por US$ 16.500 millones para pagar una deuda de US$ 15.000 millones.Fue encargado de transmitir a Macri que había que pensar en recurrir al FMI por recursos frescos porque los mercados habían empezado a cerrarse a fines de 2017 para la Argentina y emergentes.En 2017 colocó un bono a 100 años por US$ 2.700 millones a 7%.En 2018, en plena corrida contra el peso, acordó con los fondos Templeton y BlackRock la venta de bonos del Tesoro en pesos por US$ 3.000 millones, una estrategia destinada a mostrar que el Gobierno tenía todavía acceso a los mercados y el programa con el FMI (US$ 54.000 millones) podía ponerle un freno a la salida de las reservas.Enfrentó al staff del FMI para que el BCRA pudiera tener la posibilidad de intervenir en el mercado cambiario. Algo que le valió más de una crítica, como la del ex FMI Alejandro Werner en su libro La Argentina en el Fondo (junto a Martín Kanenguiser).Caputo salió de la función pública y junto a su ex asistente, Santiago Bausili, fundó la consultora Anker Latinoamérica. Dos economistas que trabajan allí serían los encargados del programa macroeconómico y la ingeniería de las Leliq. Son Federico Furiase y Martín Vauhtier, dos técnicos de máxima solvencia. Todos ellos desembarcarían en Normandía. Será como una de Spielberg.