La última fecha de Brasileirao dejó de todo. Gran cantidad de partidos que se jugaron en simultáneo para saber quien iba a ser el campeón (Palmeiras tenía todos los números y cumplió) y los clasificados a los torneos internacionales, pero la definición del cuarto descenso fue la que se terminó llevando todas las miradas.
Tres equipos tenían chance de perder la categoría: un tricampeón de la Copa Libertadores, Santos, el Vasco da Gama de Ramón Díaz y el Bahía. Los tres querían evitar ese maldito 17° lugar del fútbol brasileño que los mandaría a la Serie B junto al América MG, Coritiba y Goias. Uno solo lo iba a lograr.
Y finalmente fue el Santos. Estuvo en la zona roja durante gran parte de la noche, pero se ilusionó con el gol de Léo Ortiz, de Bragantino, que se lo empató al Vasco promediando el segundo tiempo y complicaba a los de Ramón. Sin embargo, volvieron a pasar al frente con un tanto de Serginho, gritado por muchos hinchas de River que no querían ver sufrir a su ídolo.
Y el golpe de nocaut para el Peixe fue el grito sagrado de Juan Martín Lucero, el argentino ex Defensa y Justicia e Independiente que convirtió a la altura del círculo central aprovechando una salida en falso del arquero Joao Paulo. De esta manera, el Santos que fue bicampeón de América con Pelé en 1962 y 1963 y nuevamente campeón de la Libertadores con Neymar en 2011, desciende por primera vez en su historia.