El titular de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), Martín Zuppi, dijo que su sector está esperando del Gobierno definiciones sobre “deuda comercial, los impuestos internos y las retenciones a las exportaciones” para poder tener un panorama sobre cómo será la producción de vehículos en el país durante 2024.
Las terminales automotrices finalizaron 2023 con una producción de 36.973 vehículos (0,4% por debajo de igual mes del año anterior).
Zuppi atribuyó esa leve caída a la menor cantidad de días trabajados el mes pasado por vacaciones en las fábricas.
Pero a lo largo del año las automotrices produjeron 610.715 vehículos, 13,7% por arriba del año anterior y el mejor registro en casi una década, desde las 617.000 producidas en el año 2014.
Más de la mitad de esa producción (325.984) se exportó, con una leve suba de 1,1% contra un año atrás.
Dos tercios de esas exportaciones (202.000 vehículos) tuvieron como destino Brasil. Le siguieron en importancia como destino Chile (6,8%), Perú (6%) Colombia (5,8%) y países de América Central en conjunto (10,6%).
Para este año, en las terminales se muestran cautas a la hora de arriesgar números ,pero Zuppi dijo que espera que las 610.000 unidades de 2023 “sean un piso”.
“Nuestro sector tiene capacidad para producir 1.300.000 unidades anuales (…). Además, somos el primer complejo industrial exportador del país, con más de USD 9.000 millones de exportaciones en el año”, enfatizó Zuppi.
Aun así el ejecutivo, que encabeza la automotriz Fiat Chrysler, dijo que van a necesitar al menos tres meses para saber dónde están parados como sector.
“Aguardamos al desarrollo del primer trimestre para hablar de las proyecciones dado que existen varios temas pendientes en la agenda que son estratégicos y tienen incidencia directa con la operatoria y modelo de negocios del sector como la deuda comercial, los impuestos internos y la retenciones a las exportaciones”, dijo Zuppi.
La Secretaría de Comercio y la AFIP habilitaron un “Padrón de Deuda Comercial por Importaciones con Proveedores del Exterior”, cuyo plazo para inscribir la deuda vence en pocos días, a partir del cual en el Gobierno buscan tener un mapa preciso de quiénes están con dificultades reales para seguir produciendo a causa de las deudas con proveedores del exterior.
La deuda comercial de las automotrices, al igual que la de todas las empresas locales que tuvieron dificultades para accedes a los dólares del Banco Central para pagar importaciones, se acumuló entre marzo de 2022 y fines del año pasado.
Una estimación inicial hecha por la consultora especializada Abeceb estableció que sólo las automotrices acumularon con sus casas matrices una deuda de 6.000 millones de dólares, a la cual se suman otros US$ 1.000 millones de sus proveedores autopartistas con proveedores del exterior.
Los impuestos internos son un gravamen que cobra la AFIP y que en el caso de los vehículos se aplica en dos escalas. La primera establece una alícuota del 20% que, por acumulación de otros impuestos, termina teniendo un impacto de 25% sobre el precio de venta de los vehículos alcanzados. Hoy comienza en poco menos de 15 millones de pesos (precio de venta al público) y afecta incluso a las versiones más equipadas de vehículos nacionales medianos chicos como Fiat Cronos y Peugeot 208.
En las automotrices había expectativa de que la AFIP actualizara la banda de precios o que directamente anulara la primera escala, tal como sucedió durante el gobierno de Macri. Hasta el momento, nada de eso sucedió.
En cuanto a las retenciones a las exportaciones, el incremento de 5% a 15% forma parte del proyecto de Ley Omnibus que el presidente Javier Milei envió al Congreso. Hasta su sanción, las automotrices hoy pagan una retención promedio que ronda el 2,5%.