La carne a la parrilla es una de las comidas preferidas de los argentinos, en especial a la hora de organizar reuniones con amigos o familia. Su preparación suele ser todo un ritual que incluye un vino, un aperitivo o un mate en mano desde que se enciende el carbón. Si bien cada asador tiene su secreto para lograr un plato único, existen algunas claves ocultas que chefs profesionales de todo el mundo utilizan para agregarle sabor a la carne y garantizar que esté tierna y en su punto justo.
En las cocinas más exclusivas, los chefs utilizan manteca para que la carne a la parrilla esté más sabrosa que nunca. A través de este ingrediente, el plato adquiere suavidad y sabor. Además, se puede usar este producto lácteo para agregar otro tipo de condimentos al asado, como romero, ajo, perejil o pimienta. Estas especias, sumadas a la manteca, penetran este tipo de cortes y le dan un gusto único al plato tan popular.
Asimismo, agregar manteca a la carne generará una corteza dorada en la parte superior, que la caramelizará cuando entre en contacto con el calor y le dará un aspecto inigualable. Esto también ayudará a que no se filtren los jugos naturales de la carne, para que no se reseque bajo ningún punto de vista. Otro beneficio de añadir este ingrediente a los asados es que garantizará que el corte se ablande y quede tierno y agradable al paladar del comensal.
Agregar manteca a la carne a la parrilla es súper sencillo y puede cambiar para siempre la forma en la que la preparás. Acá, los tres simples pasos a seguir para lograr asados jugosos y sabrosos:
Si bien la preparación con manteca y condimentos ayuda mucho a elevar los asados a otro nivel, lo fundamental para que todo salga bien es elegir un buen corte de carne. Los especialistas sugieren elegir aquellos que se encuentran en el centro de la vaca. Algunos ejemplos son bife de chorizo, ojo de bife, vacío, asado y matambre.
Algunos cortes de la parte trasera de la vaca, como la picaña y la colita de cuadril, también pueden ser muy buenos para la parrilla. Esto se debe a que tienen una capa de grasa de más de un centímetro de grosor, lo que hace que la carne permanezca siempre tierna y jugosa. Otras opciones más económicas que también salen muy buenas con este tipo de cocción son marucha, flat iron, cima y punta de espalda.