El pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anticipando tormentas fuertes para la ciudad de Buenos Aires y conurbano, además de buena parte del país, se cumplió a rajatabla esta madrugada, con un momento poco antes de las 3 que, en medio de un furioso chaparrón, hubo sectores de la Ciudad en los que llegó a caer algo de granizo.
El fenómeno no duró mucho, apenas unos minutos, pero sirvió para que por los golpes en techos y ventanas sobresaltara a mucha gente, que posteaba en redes sobre la violencia de ese pico de la tormenta, y también fueron numerosos los autos que, sensibles a los golpes, comenzaban a hacer sonar sus alarmas poniendo a sus propietarios “con las piedras de punta” por si había daños.
El informe del SMN había señalado que ene l caso del AMBA, la Ciudad de Buenos Aires y los cercanos municipios de Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Florencio Varela, Lanús, Lomas de Zamora, Presidente Perón y Quilmes estaban dentro del rango de alerta amarilla, categoría de tormentas que el ente define como “afectada por tormentas de variada intensidad, algunas localmente fuertes o severas. Las mismas podrán estar acompañadas por abundante caída de agua en cortos períodos, actividad eléctrica frecuente, caída de granizo y ráfagas intensas. Se prevén valores de precipitación acumulada entre 40 y 70 mm, pudiendo ser superados en forma puntual”.
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El pronóstico indica que el mal tiempo podría extenderse hasta el mediodía de este viernes, aunque el porcentaje de precipitaciones que prevén los especialistas del SMN baja del 70% nocturno, a la franja entre 10 y 40%, ya con “lluvias aisladas”.
En Jujuy, calles convertidas en ríos
Mientras tanto, hablando de tormentas, este jueves los que la pasaron mal con el tema de las precipitaciones fueron los vecinos de San Salvador de Jujuy, porque una furiosa tormenta se abatió sobre esa ciudad, al punto de convertir en ríos algunas de las calles, además de generar un caos entre vehiculos y peatones que intentaban ponerse a salvo.
Las imágenes de los diarios jujeños dieron cuenta de la situación, también las redes sociales, mostrando a vecinos que luchaban con la corriente para cruzar calles anegadas, con numerosos vehículos que habían quedado y a vehículos varados en medio del torrencial aguacero.
Así un joven fue captado mientras intentaba avanzar en el caudaloso torrente en que se había convertido la calle Argañaraz. Y también la pasaron mal los estudiantes y docentes de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, donde debieron suspenderse las actividades académicas.
Los jujeños, acostumbrados a un clima más benigno, se vieron sorprendidos por este temporal que puso a prueba su capacidad de adaptación y resistencia. Un cielo gris había empezado a cubrir el cielo temprano este jueves, anticipando la intensa lluvia que vendría horas más tarde.
La fuerza del agua desbordó los sistemas de drenaje, y así fueron varias las calles de la ciudad que tardaron algunas horas en desagotarse.
HB