La salud del corazón debe ser siempre una prioridad para las personas. Las enfermedades cardiovasculares, pese a los avances en prevención primaria, secundaria y a los tratamientos médicos, siguen siendo la principal causa de morbimortalidad (la tasa de muertes por enfermedad en una población y en un tiempo determinado) en el mundo, de acuerdo a un informe de la Universidad de Barcelona.
La alimentación y el estilo de vida son los principales factores de riesgos identificados y modificables para la prevención de las enfermedades cardiovasculares, especialmente por el impacto que tienen sobre la obesidad, las dislipemias, la hipertensión o la diabetes tipo 2.
Cambiar tus hábitos alimenticios puede ser difícil, pero resulta necesario proteger al corazón. Es por eso que sus expertos indican que se puede comenzar con algunas medidas sencillas, sabiendo qué alimentos se deben comer en mayor cantidad y qué alimentos deben limitarse.
Cuando se habla del corazón, uno de los cuidados que debe tenerse es con respecto a los niveles de colesterol. Se trata de una sustancia similar a la grasa e indispensable para la vida, ya que el cuerpo la necesita para fabricar hormonas, ácidos biliares, vitamina D y otras sustancias. Sin embargo, el aumento del colesterol en la sangre y su depósito en las arterias puede ser peligroso.
En torno a la alimentación, los frutos rojos, que incluyen arándanos, madroños, frambuesas, frutillas, fresones, cerezas, bayas y moras, son indispensables para los temas referentes a la salud cardiovascular.
Los frutos rojos aportan vitamina C, flavonoides y polifenoles que les otorgan propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que ralentizan el envejecimiento. Además, sus nutrientes ayudan a regular los niveles de colesterol en la sangre, protegen al corazón y regularizan el tránsito intestinal.