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En la City prevén más ganancias en dólares tras la fuerte suba del nuevo bono de Caputo

El bono que emitió recientemente el Gobierno sigue captando la atención del mercado. El título de deuda conocido como «Bonte 2030», que el miércoles pasado empezó a cotizar en el mercado local, ya está dejando fuertes ganancias a los inversores extranjeros que con dólares ingresaron a la licitación que se realizó apenas unos días atrás.

Cabe recordar que el Bonte 2030 es un título de deuda que emitió el Gobierno en los últimos días de mayo, con el que captó u$s1.000 millones para reforzar las reservas del Banco Central. Opera en pesos, pero a la licitación, a la que únicamente podían acceder inversores extranjeros, se ingresaba con dólares. Ahora, en el mercado secundario, se negocia en moneda local y puede acceder cualquier inversor.

Al cierre del viernes, jornada en la que registró otro repunte, el bono cotizaba en más de $110. La suba del precio, impulsada por la demanda, ya es de más de 10% respecto a los valores a los que se suscribieron los inversores extranjeros en la licitación que se realizó el 28 de mayo. En apenas tres jornadas de operaciones, ya les deja ganancia de más de 7% en dólares.

Si bien se registró un avance del tipo de cambio entre el día de la licitación y la puesta en marcha del bono en el mercado secundario, la presión cambiaria fue significativamente menor a la suba del precio del instrumento. En rigor, el aumento del tipo de cambio oficial mayorista entre el 28 de mayo y el viernes pasado fue de apenas 2,2%, muy inferior al 10,5% que repuntó el precio del título.

¿Va a subir más del Bonte 2030?

El analista Juan Manuel Truffa destaca que en los últimos días hubo ventas de bonos en pesos de menor duración, por lo que probablemente la demanda de los inversores locales se estaría inclinando hacia los títulos con vencimientos más largos (como el Bonte, que vence en 2030). Como consecuencia, aumentan las tasas de los instrumentos más cortos y ceden las de los más largos.

«Esto es para perfiles un poco más arriesgados, dado que están alargando duración en un contexto de un tipo de cambio en la Argentina, que nunca se sabe bien para dónde puede ir. El resultante es que se alarga la duración promedio, sufre un poquito subiendo la tasa corta y la demanda por el Bonte 2030 se mantiene firme«, sostiene ante iProfesional.

De acuerdo con Truffa, la compresión de tasas del bono, que ya se encuentra por debajo del 26% nominal anual, muy por debajo del 29,5% con el que cerró en la licitación, aumenta el atractivo para los inversores. A estos niveles, sostiene, los inversores se inclinarían por «comprar con los ojos cerrados».

En diálogo con iProfesional, el economista Gustavo Ber considera que, en la medida en que continúen llegando señales macroeconómicas positivas, como una mayor desaceleración de la inflación, lo cual estaría sucediendo según las mediciones privadas de alta frecuencia, la cotización del Bonte 2030 podría mantenerse alcista.

«La suba del precio se daría de la mano de una sostenida demanda en el mercado secundario (tras las importantes ganancias que está dejando desde la emisión del título) y esto contribuiría a prolongar la compresión del rendimiento. Incluso, podría abrir espacio para una nueva emisión de un bono en moneda local próximamente», afirma el economista.

Incentivo del Gobierno para comprar Bonte 2030

La consultora 1816, una de las más importantes e influyentes de la City, considera que, al igual que sucedió con las emisión de títulos en 2016, durante la presidencia de Mauricio Macri, el equipo económico de Javier Milei fue «generoso» con los inversores extranjeros que ingresaron a este bono en el mercado primario (licitación) para «abrir las puertas a una nueva colocación» de deuda.

De acuerdo con el análisis, los inversores no residentes que deseen invertir en instrumentos argentinos en moneda local tienen más incentivos para hacerlo en la licitación que en el mercado secundario porque, mediante una normativa, el BCRA habilitó el acceso al mercado oficial de cambios para los que ingresaron con dólares en el mercado primario.

«La colocación del Bonte 2030 dejó abierta la puerta para explorar nuevas emisiones de títulos de deuda. Si estas suceden, y lo hacen en condiciones de costo financiero más accesibles, puede jugar un doble rol al incorporar dólares para las reservas del Banco Central y mostrar un costo decreciente», agregan los analistas de Outlier.

El equipo de research de GMA Capital resalta que, a pesar de la tasa con la que fue emitido el bono (29,5% de TNA), por encima de lo esperado por el mercado local, se observa una buena demanda, lo que ha generado una importante compresión de dicha tasa (25,8% de TNA) y fuertes ganancias en muy pocos días, lo que «favorece nuevas colocaciones de este tipo».

La emisión de otros instrumentos similares es algo que está en la mira del mercado y bajo evaluación por parte del Gobierno. La operatoria, de realizarse nuevamente, serviría para captar más dólares y seguir reforzando las reservas del Banco Central, en un contexto en el que la entidad no está comprando divisas en el mercado oficial de cambios, cumpliendo con su promesa de no hacerlo hasta que la cotización toque el piso de la banda de flotación.

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