La caída en las tasas de vacunación infantil en Comodoro Rivadavia encendió una fuerte alarma entre los equipos sanitarios del Hospital Regional. Según confirmó Andrea Alonso, enfermera y referente del área de inmunizaciones, actualmente ninguna de las vacunas del calendario nacional supera el 95% de cobertura, umbral considerado mínimo para garantizar la inmunidad comunitaria y prevenir brotes.
“Esto es gravísimo. Para la primera dosis alcanzamos un 81%, pero la segunda apenas un 54%”, señaló Alonso, en referencia a la vacuna triple viral que previene sarampión, rubéola y paperas. Las estadísticas revelan un descenso sostenido en la cobertura que comenzó incluso un año antes de la pandemia, y que la irrupción del COVID-19 profundizó, en parte por la expansión de discursos antivacunas.
Aunque los equipos de vacunación continúan recorriendo escuelas en toda la ciudad, enfrentan nuevas barreras. Una de las principales es la negativa o falta de autorización de los padres para que sus hijos sean inmunizados. “O no autorizan o directamente hacen faltar a los chicos”, detalló la enfermera, y recordó que la legislación argentina ampara la vacunación en estos casos, ya que es obligatoria por ley.
La preocupación se intensificó en las últimas horas a raíz de una alerta nacional por casos de sarampión detectados en personas que asistieron recientemente a una convención religiosa en Bolivia, vinculada a la comunidad de los Testigos de Jehová. “Es urgente identificar a quienes hayan viajado, y ante cualquier síntoma compatible deben concurrir de inmediato a la guardia”, subrayó Alonso.
El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa que puede resultar mortal, y la única forma de prevenirla es a través de la vacunación. La primera dosis se aplica a los 12 meses de vida, y el refuerzo a los 5 años. Sin embargo, no es necesario esperar la fecha exacta: si el niño está próximo a cumplir 5 años, ya puede recibir la segunda dosis.
Desde el Hospital Regional hacen un llamado a las familias a colaborar, recordando que la vacunación es gratuita, obligatoria y fundamental para proteger no solo la salud individual, sino también la de toda la comunidad.