El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, presentó un nuevo régimen que habilita a particulares a importar autos nuevos o usados sin necesidad de recurrir a concesionarios ni empresas del sector automotor.
La medida, que aún requiere una reglamentación técnica para entrar en vigencia plena, busca agilizar y abaratar el proceso. Sin embargo, especialistas advierten que el costo total de la operación sigue siendo elevado, incluso con las desregulaciones.
Durante una entrevista con Neura, Sturzenegger explicó que el esquema permitirá ingresar cualquier vehículo que ya esté aprobado para circular en Europa o Estados Unidos. Según detalló, ya no se exigirá una licencia de importación previa, sino que bastará con realizar una verificación técnica similar a la VTV. “Te querés comprar un auto afuera, nuevo, hacés una VTV acá y se acabó la historia”, resumió el ministro.
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La medida también incluye la posibilidad de importar vehículos de trabajo usados, como camiones y maquinaria, lo cual fue recibido con entusiasmo por sectores productivos, especialmente en áreas como minería o petróleo.
Costos: la clave del nuevo sistema
Pese a la simplificación administrativa, importar un auto en forma particular no será barato. Un cálculo promedio indica que un vehículo con precio FOB de USD 15.000 puede terminar costando entre USD 40.000 y USD 45.000 al llegar a Argentina. En parte, esto se debe a los impuestos: arancel del 35% para vehículos extrazona, 21% de IVA, tasa estadística del 3%, Ingresos Brutos y otros cargos provinciales y municipales.
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Además, hay que sumar el flete y seguro (USD 2.500), logística local (USD 1.000) y posibles sobreprecios si el comprador no accede al precio directo de fábrica. A diferencia de los importadores mayoristas, un particular debe comprar el auto a un concesionario del país de origen, lo que eleva el precio inicial.
El único escenario donde el costo baja notablemente es si el vehículo entra dentro del cupo de 50.000 unidades híbridas o eléctricas que están exentas de arancel. En esos casos, un auto valuado en USD 15.000 FOB podría llegar al país por unos USD 36.000.
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Aún falta la reglamentación
Aunque el anuncio generó expectativa, el régimen aún no está operativo. Falta que la Secretaría de Industria y Comercio publique la reglamentación técnica para ponerlo en marcha. Entre los cambios más relevantes, se destaca la creación del Certificado de Seguridad Vehicular (CSV), que reemplazaría a la Licencia de Configuración de Modelo (LCM) y permitiría validar más fácilmente los vehículos que cumplan normas internacionales reconocidas por el Estado argentino.
Actualmente, importar un auto requiere tramitar la LCM en el INTI y la Licencia de Configuración Ambiental (LCA) en la Subsecretaría de Ambiente. Ambos trámites son engorrosos y costosos, por lo que solo los realizan empresas especializadas.
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Riesgos técnicos y legales
Importar un auto sin respaldo oficial implica varios riesgos. Muchos modelos vendidos en el exterior no están adaptados a los estándares argentinos: combustible, emisiones (Euro 5), seguridad o tipo de rutas. Algunos vehículos carecen de elementos obligatorios en el país, como el Control de Estabilidad (ESP), por lo que podrían no ser autorizados para circular, incluso si provienen de Europa.
También existe la cuestión de los repuestos y el mantenimiento. Si el modelo no se vende en Argentina, las reparaciones pueden ser complejas y costosas. Las aseguradoras, por su parte, suelen limitar la cobertura o cobrar pólizas más caras para estos casos.
Autos usados y sectores productivos
El Gobierno analiza además flexibilizar la importación de autos usados, algo muy restringido hoy en día. Si bien esta opción puede resultar atractiva para acceder a modelos no disponibles localmente, también presenta los mismos inconvenientes: repuestos, adaptabilidad técnica y cobertura limitada de seguros.
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Donde la medida puede tener más impacto inmediato es en sectores como la minería o la industria petrolera. Sturzenegger aseguró que importar maquinaria usada permitirá a las empresas reducir hasta un 40% sus costos operativos.
Pese a todo, hasta que la reglamentación no esté publicada, quienes quieran importar un vehículo deben seguir usando el sistema tradicional, con sus complejidades y demoras. Según el Ministerio de Desregulación, la normativa técnica estará lista “en dos semanas”, aunque ya pasaron más de 30 días desde el anuncio del decreto 196/2025, que introdujo las modificaciones en la Ley Nacional de Tránsito.
Con información de Infobae.