Durante la última emisión de Indomables, el panel debatió con intensidad sobre el protagonismo que Cristina Fernández de Kirchner volvió a tomar en el escenario político, especialmente tras la masiva concentración realizada en Parque Lezama el Día de la Bandera. La expresidenta reapareció con una serie de audios enviados desde su prisión domiciliaria, lo que generó diversas lecturas dentro del ciclo.
Diego Brancatelli fue claro al señalar que “el protagonismo lo centralizó Cristina hace unas semanas y eso es lo que preocupa al Gobierno”, sugiriendo que su figura sigue siendo gravitante en el debate público. Por su parte, Mariana Brey ofreció una mirada más simbólica sobre la conexión entre la exmandataria y sus seguidores: “Cristina orando… lo vi como un hecho religioso”, expresó, en referencia al fervor que despierta en parte de la ciudadanía.
Embed – El debate en INDOMABLES por la PRISIÓN DOMICILIARIA a CRISTINA KIRCHNER
Sin embargo, Pablo Ladaga cuestionó esa perspectiva, e intentó aportar una visión más pragmática sobre el respaldo popular: “La gente le agradece a Cristina, hay mucha gente que ni siquiera es peronista y que vivió una década en donde pudo crecer, mejorar su trabajo, hacer su casa, irse de vacaciones…”, enumeró el periodista, destacando los beneficios percibidos por distintos sectores durante sus gobiernos. Incluso sostuvo que “no hubo una medida en contra del pueblo en sus dos mandatos”.
Pero el contrapunto no tardó en llegar de la mano de Antonio Aracre, quien puso en duda ese balance positivo: “¿No te parece raro, después de 12 años de gobierno kirchnerista con medidas supuestamente a favor del pueblo, que en 2015 pierdan contra Mauricio Macri?”, interrogó con tono crítico. Y fue más allá: “Me parece que gastar más de lo que se tiene, subir impuestos, poner cepo y todo lo demás, terminó con un país exhausto, de un gobierno intervencionista, inflacionario, con alta emisión… El desastre económico al que se refiere Cristina es el legado peronista”, sentenció el exfuncionario del gobierno de Alberto Fernández.
El debate reflejó las divisiones profundas que sigue generando la figura de la exmandataria en la opinión pública y dejó claro que su rol político, aún sin ocupar cargos, continúa generando polémica y adhesiones por igual.
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