La noche del martes volvió a teñirse de violencia en Valentina Sur Urbana, donde dos viviendas fueron tiroteadas con minutos de diferencia. Los disparos, a pocos metros uno del otro, reavivaron los temores de los vecinos y la creciente preocupación por la inseguridad en este sector del oeste neuquino. La Fiscalía de Delitos Genéricos investiga los hechos y analiza si ambos ataques están conectados, mientras se indaga sobre la situación judicial de un habitante de una de las casas baleadas.
El presidente de la comisión vecinal, Rubén Ponce, habló con medios radiales y reflejó el sentimiento de abandono que predomina entre los vecinos. “Nosotros no tenemos las herramientas para trabajar en ese punto. Hay cosas que se nos escapan”, lamentó. Ponce explicó que los episodios violentos son cada vez más frecuentes y la comunidad se siente sola y desprotegida.
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Vecinos amenazados y silenciados
Los testimonios recopilados en la zona muestran una comunidad cansada y con miedo. “La otra vez mataron a uno cerca del comedor. Es una situación que se repite”, señaló un periodista que sigue el barrio desde hace años. El narcomenudeo aparece como trasfondo común en muchos hechos violentos, aunque la fiscalía aún no lo confirmó. “Hay vecinos que prestaron las cámaras para identificar a los responsables, y terminan siendo perseguidos por eso”, denunció Ponce.
Otra crítica constante es hacia la inestabilidad en las jefaturas policiales. “Cada vez que tenemos un comisario con el que podemos trabajar, lo cambian. Viene otro y hay que empezar de cero”, aseguró el vecinalista. La falta de continuidad impide establecer estrategias de seguridad a largo plazo, y la coordinación entre vecinos y fuerzas de seguridad se debilita.
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Una comunidad abandonada
“Una señora me llamó llorando porque se le instalaron delincuentes al lado de su casa”, relató Ponce. El relato se repite: gente trabajadora rodeada de bandas y narcos que avanzan sobre el barrio sin control. “Nos están inundando de narcos y delincuentes”, remarcó con impotencia. A pesar de que la Policía aumentó su presencia, la respuesta institucional parece insuficiente frente a una problemática que se volvió estructural.