Cuando uno se sienta a ver una película, un estreno, y empieza a pensar cómo se parece esto a otra película que vi, puede ser por la falta de imaginación del guionista, o porque, directamente, se trata de una remake. Y es lo que sucede con este estreno de Netflix, que se basa en Séptimo, el thriller con Ricardo Darín y la madrileña Belén Rueda, que dirigió en Buenos Aires el español Patxi Amezcua.
El guion original lo había coescrito Amezcua con el argentino Alejo Flah, que antes de convertirse en realizador había participado como libretista en varios episodios de Vientos de agua, la miniserie de Juan José Campanella.
En Séptimo Darín era un abogado que pasaba a buscar a sus dos hijos del departamento en el que ya no vivía, porque se está separando de su mujer. Los chicos tenían la manía de llegar hasta la Planta baja corriendo por las escaleras, mientras Sebastián se toma el ascensor, a ver quién llegaba más rápido.
Si vieron la película, recordarán que, al llegar a la Planta baja, Darín no encuentra a sus hijos. Se esfumaron.
Pietro y sus hijos, de paseo en lancha. A la noche, los niños se esfuman. Fotos NetflixNo, no habían desaparecido, sino que fueron secuestrados.
No vamos a spoilear nada.
En Desaparecidos en la noche, ahora Pietro (Riccardo Scamarcio, rostro cada vez más conocido) es el padre en trámite de divorcio, pero en vez de estar en Buenos Aires, está en Bari, Italia. Su mujer también es extranjera, ya que es estadounidense (la interpreta la inglesa Annabelle Wallis, de La Momia versión Tom Cruise, y Annabelle, otra de terror).
Annabelle Wallis ya enfrentó otro tipos de temores, al lado de Tom Cruise y en la saga de «Annabelle».Aquí los chicos no desaparecen del departamento de la madre, sino de la casona en las afueras que está refaccionando Pietro. Están él y sus hijos solos, los acuesta y se pone a ver un partido de fútbol, con la tele a alto volumen. Bebió, fumó un par de porros y cuando fue a ver cómo estaban sus hijos, sus hijos ya no estaban.
Pietro debe plata
Un dato no menor es que Pietro les debe 250.000 euros a un prestamista, que se aparece en la casona justo, pero justo el mismo día de la desaparición de los chicos.
La madre regresa de donde se había marchado y juntos, en la casona, reciben un llamado. Los secuestradores les piden 150.000 euros, cifra que no tienen, pero entonces a Pietro lo convence su ex de pedirle dinero a un antiguo amigo, que está metido en negocios oscuros. Y accede al pedido, pero debe hacer un “trabajito”: ir con su lancha a una isla, y volver con algo que ya se imaginan: droga.
Todo era sonrisas, hasta que pasa lo que pasa.Si vieron Séptimo, saben cómo termina. Y si no lo hicieron, poco a poco empezarán a dudar de todos.
Lo que tienen en común Séptimo y Desaparecidos en la noche, además de una duración similar, es que lo mejor transcurre en el primer tercio de la película. Es cuando las intrigas se instalan, la desesperación de Pietro por sus hijos aumenta, y -salvo que se haya visto Séptimo– uno no tiene la menor idea de lo que pueda llegar a suceder.
Poco a poco, Pietro comienza a desconfiar de todos.Desaparecidos en la noche desanda su propio camino y ya está entre las más vistas de la plataforma. Al revés que su protagonista, no le debe nada a nadie.
“Desaparecidos en la noche”
Buena
Suspenso. Italia, 2024. Título original: “Svanitti nella notte”. 92’, SAM 13. De: Renato De Maria. Con: Riccardo Scamarcio, Annabelle Wallis, Massimiliano Gallo. Disponible en: Netflix.