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El momento político en Argentina está marcado por una crisis profunda del gobierno de Javier Milei, atravesada por escándalos de corrupción, derrotas parlamentarias, descontento social y una campaña electoral oficialista golpeada. A continuación, te resumo las claves del escenario actual:
1. Crisis y escándalos en el gobierno de Milei
El gobierno enfrenta su peor momento desde que asumió. El “Karinagate” expuso la corrupción en la cúpula del oficialismo, con audios que involucran a Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem en negociados con la Agencia Nacional de Discapacidad. A esto se suman denuncias de sobreprecios en el PAMI, el escándalo del fentanilo contaminado (que ya dejó 122 muertes judicializadas), y la criptoestafa $Libra, todos atravesando el Congreso y generando pedidos de informes e investigaciones. El gobierno, en estado de paranoia, recurrió a la censura previa y la persecución a periodistas para intentar tapar la bronca social y la percepción de que se roba mientras se ajusta en áreas sensibles como discapacidad y jubilados.
2. Derrotas parlamentarias y crisis de gobernabilidad
En el Congreso, el oficialismo sufrió una seguidilla de derrotas. El Senado rechazó el veto presidencial a la Ley de Emergencia en Discapacidad, un triunfo conseguido por la lucha en las calles del colectivo de personas con discapacidad y sus familias. Además, se aprobó un proyecto que limita el uso de los DNU, uno de los pilares del esquema de poder de Milei. El surgimiento de un bloque de gobernadores de varias provincias muestra que sectores del poder buscan condicionar al gobierno y moldear una derecha más viable para los intereses empresariales. La gobernabilidad de Milei está cada vez más en cuestión, y su plan de ajuste perdió legitimidad incluso entre sectores que lo votaron.
3. Descontento social y resistencia en las calles
La bronca social se expresa en movilizaciones masivas, especialmente de jubilados y el colectivo de discapacidad, que lograron torcerle el brazo al gobierno y marcar la agenda parlamentaria. La juventud también se organiza en centros de estudiantes y asambleas, peleando contra el ajuste en educación y por recuperar espacios de lucha. El descontento se extiende a ciudades como Bahía Blanca, donde la desigualdad social y el abandono estatal son cada vez más evidentes.
4. Campaña electoral y pánico en el oficialismo
De cara a las elecciones legislativas del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires, el gobierno llega envuelto en pánico, con actos semivacíos y una campaña golpeada por los escándalos. La izquierda, en cambio, crece como alternativa, con candidaturas a pulmón y el reconocimiento de sectores de trabajadores y jóvenes que ven en el FIT-U la única fuerza coherente y consecuente. El llamado es a expresar el rechazo al ajuste y la corrupción en las urnas y a fortalecer la organización popular.
5. Oposición fragmentada y crisis de representación
La oposición tradicional sigue sumida en internas y busca canalizar la bronca social hacia las presidenciales de 2027, sin ofrecer una alternativa real para las mayorías obreras y populares. El peronismo aparece desmoralizado y fragmentado, mientras sectores de su base empiezan a mirar hacia la izquierda como única oposición seria y consecuente al ajuste y la corrupción.
En síntesis: el momento político está signado por una crisis de gobernabilidad del gobierno de Milei, una seguidilla de escándalos de corrupción, derrotas parlamentarias, descontento social creciente y una campaña electoral oficialista en estado crítico. La resistencia popular y la organización desde abajo, junto al crecimiento de la izquierda, se perfilan como la única alternativa real frente a la crisis de los de arriba y la impotencia de la oposición tradicional.
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