Los clientes de Green Valley Pecan Company afectados por un ciberataque en 2022 ahora tienen la oportunidad de recibir compensaciones de hasta US$4.000 si cumplen ciertos requisitos.
La filtración, que expuso información personal de muchos usuarios, llevó a una demanda colectiva contra la empresa productora de nueces con sede en Arizona, donde se acusó a Green Valley de no tomar medidas de seguridad suficientes para proteger los datos de sus clientes.
A través de este acuerdo, aquellos que presenten la documentación necesaria pueden recibir montos de compensación que varían según el nivel de perjuicio.
El acuerdo permite a los afectados solicitar compensaciones por distintos tipos de pérdidas, según informó The Sun. Por un lado, se reconocen “pérdidas ordinarias” de hasta US$400, como las tarifas bancarias, gastos telefónicos, de viaje y costos de crédito, así como el tiempo dedicado a resolver los problemas derivados de la filtración, por el cual se puede recibir un pago de US$15 por hora, con un límite de tres horas.
Aquellos que hayan sufrido consecuencias más graves, como el fraude o el robo de identidad, pueden optar a una compensación adicional que podría alcanzar hasta US$4.000, siempre que presenten pruebas documentadas de los perjuicios sufridos.
Para quienes resultaron afectados, Green Valley también ofrece dos años de monitoreo de crédito gratuito y protección contra el robo de identidad, lo que permite vigilar el uso de la información personal y prevenir futuros incidentes de seguridad.
Los interesados en recibir la compensación deben estar atentos a varias fechas clave. Aquellos que prefieran no participar en la demanda pueden excluirse antes del 15 de noviembre de 2024.
Quienes decidan presentar su petición tienen hasta el 16 de diciembre de 2024 para enviar su formulario con la documentación requerida, que puede incluir extractos bancarios, facturas telefónicas, recibos de transporte y otros documentos que prueben los gastos y pérdidas ocasionados por la violación de datos.
La audiencia final está programada para el 10 de enero de 2025, y, si es aceptada, se procederá a la distribución de las compensaciones.
La filtración de datos, ocurrida en mayo de 2022, fue atribuida a una serie de fallos en las medidas de ciberseguridad de la empresa. La demanda señala que la empresa no tomó las precauciones necesarias para proteger la información de sus clientes, lo que permitió a los ciberdelincuentes acceder a datos sensibles.
De acuerdo con los demandantes, la implementación de mejores prácticas de ciberseguridad podría haber evitado el ataque o al menos reducido su impacto. En cambio, las brechas de seguridad resultaron en el robo de datos personales que luego fueron utilizados para fraudes o usos indebidos.
Aunque Green Valley no admitió responsabilidad en los hechos, decidió llegar a un acuerdo económico para cerrar el litigio y compensar a los afectados.