El celular se volvió una herramienta fundamental de la vida actual en gran parte del mudo. Con ellos es posible tener acceso a un sin fin de información, al tiempo que permite una conectividad y comunicación con cualquier individuo si importar la latitud en la que se encuentre. Si embargo, la cantidad de horas que se utiliza habría despertado aspectos que indicarían una adicción a este aparato, en particular entre los adolescentes y jóvenes adultos, conocidos popularmente como generación Z y millennials.
Desde la Universidad Bradley, en los Estados Unidos, se realizó un informe en detalle de algunos indicadores sobre si una persona es adicta al smartphone, como la manifestación de altos niveles de ansiedad, estrés, depresión e insomnio y hasta baja autoestima.
La investigación asegura que un empleo del celular de manera frecuente altera la química cerebral. “Los niveles de ácido gamma-aminobutírico (GABA) son sustancialmente más altos en los jóvenes con adicción a los smartphones. Uno de los neurotransmisores más comunes, el GABA, regula la visión, el control motor, la ansiedad y otras funciones”, destaca.
Desde el sitio Parents.com se definieron diferentes puntos que sirven de orientación para aquellos que consideran que utilizan el celular de forma adictiva o que, más bien, tienen hijos que no pueden despegarse de ellos.
Según una encuesta de Nomophobia, el 62 por ciento de los argentinos considera que usa el celular en exceso. Además, el 72 por ciento reconoció que los lugares donde hacen mayor empleo del mismo es en reuniones de pareja, con amigos y familiares, en salas de espera y en el trabajo.
En tanto, desde el Adicction Center de los Estados Unidos, publicaron en su sitio web una serie de consejos para quienes desean prevenir la adicción o restablecer un comportamiento consciente con el teléfono móvil. Ellos son: