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Sesiones extraordinarias: el oficialismo apuesta su crédito político para negociar con una oposición dividida

La discusión por el DNU recalentó el clima parlamentario antes de que Javier Milei envíe el paquete de proyectos que incluirá una reforma del Estado y la restitución de Ganancias. La Libertad Avanza quiere conformar las comisiones y sesionar en la primera quincena de enero.

Sebastian Aulicino

25 de diciembre 2023, 19:19hs

Javier Milei en el Congreso, durante la Asamblea Legislativa. (Foto NA: Daniel Vides).

Javier Milei en el Congreso, durante la Asamblea Legislativa. (Foto NA: Daniel Vides).

Con el clima cargado de tensión dentro y fuera del Congreso por el mega DNU de Javier Milei, este martes comenzará el periodo de sesiones extraordinarias y el Gobierno prepara el terreno parlamentario antes del envío de la letra chica de los proyectos de reforma. El oficialismo intentará avanzar antes de que termine la semana con la conformación de las comisiones clave en cada Cámara. El trabajo intenso, de negociación y debate, llegará recién pasado el año nuevo. El escenario es complejo: en minoría, La Libertad Avanza apuesta a tirarle “con la gente” a una oposición fragmentada.

El viernes a última hora, Milei firmó el decreto con el que convocó formalmente a sesiones extraordinarias desde este martes 26 de diciembre hasta el 31 de enero. En extraordinarias, solo se tratan los proyectos que defina el Ejecutivo. El Gobierno comunicó un punteo con los “títulos” de las iniciativas que planea enviar al Congreso en las próximas horas. Se incluyen, entre otros: una reforma del Estado, la restitución del pago de Ganancias y la modificación del Código Electoral para establecer la Boleta Única de Papel (que ya tuvo media sanción de Diputados y quedó frenado en el Senado).

Leé también: Tras el mega DNU de Milei, el sector intransigente de la CGT se impone a los dialoguistas y avanza con un plan de resistencia

Según indicaron desde LLA, el objetivo para esta semana es terminar la integración de una decena de comisiones en ambas cámaras, fundamentalmente las de Presupuesto, Legislación General y Asuntos Constitucionales, que deberán tratar necesariamente los proyectos antes de llegar al recinto para su votación.

Martín Menem juró como diputado nacional este jueves y se convirtió en el nuevo presidente de la Cámara Baja. (Foto: prensa Cámara de Diputados de la Nación)

Martín Menem juró como diputado nacional este jueves y se convirtió en el nuevo presidente de la Cámara Baja. (Foto: prensa Cámara de Diputados de la Nación)

El jefe del bloque oficialista en Diputados, Oscar Zago, aseguró que el oficialismo buscará poner en marcha al tratamiento de los proyectos en comisión desde la semana que viene, sesionar antes de la primera quincena de enero para una parte de las reformas y volver a sesionar una vez más antes de que termine el mes.

En el resto de los bloques eran más escépticos respecto a los tiempos y estimaban una primera sesión, al menos en la Cámara Baja, para después de la primera quincena de enero. El oficialismo busca aprovechar al máximo el crédito político que le da apenas haber asumido y el triunfo contundente que logró en el balotaje. “Tiempo”, admiten tanto en LLA como en el grueso de la oposición, es lo que al Gobierno no le sobra.

Una vez conformadas las comisiones y luego de que todas las bancadas hayan analizado la letra fina de los proyectos -incluida la de los libertarios, que por momentos parece recibir la información al mismo tiempo que la oposición- comenzarán las negociaciones serias en el Congreso.

Un Congreso fragmentado y con el kirchnerismo en pie de guerra

La Libertad Avanza tiene hoy menos de 40 diputados propios, lejos de los 129 necesarios para sesionar y tratar iniciativas en el recinto de la Cámara Baja. Y 7 senadores, lejos de los 37 necesarios para abrir una sesión en la Cámara Alta. Esa minoría se verá replicada también, aunque en algunos casos en menor medida, en las comisiones.

Unión por la Patria que, aunque fisurado internamente, mantiene la unidad, se encargó de cuestionar en las últimas semanas todas las medidas del nuevo Ejecutivo, prometió trabajar para frenar el DNU de Milei y le restó importancia -en comparación con lo decretado- a los temas incluidos en el llamado a extraordinarias.

UxP tiene hoy 101 diputados y 33 senadores, pero de sectores muy diversos: ligados a gobernadores -que, necesitados de recursos, tendrán un desafío con el tema Ganancias-, kirchnerismo duro, massismo, ex albertistas, sindicalistas, dirigentes sociales, algunos legisladores sin tierra (es decir, sin mandatario propio en sus provincias y sin referencias nacionales). El DNU y las primeras medidas del nuevo gobierno les permitió cerrar filas, pero las diferencias no desaparecieron.

El bloque de Diputados de Unión por la Patria se reunió con la cúpula de la CGT luego del DNU que firmó Javier Milei (Foto: UxP).

El bloque de Diputados de Unión por la Patria se reunió con la cúpula de la CGT luego del DNU que firmó Javier Milei (Foto: UxP).

La oposición que se declaró más “colaborativa” también está fisurada. Así, el PRO, que tiene 40 diputados y 7 senadores, está dividido, por su distancia con Ejecutivo libertario, entre bullrichismo, macrismo y los más “moderados” (incluido larretismo).

Lo mismo la UCR, que logró mantener la unidad con 35 diputados y 13 senadores, está atravesado por fuertes diferencias entre sectores ligados a los gobernadores, más abiertos a negociar con el gobierno nacional, y otros más vinculados Martín Lousteau (nuevo presidente del partido), mucho más refractarios y enojados con el reciente DNU presidencial.

En el medio, hay una serie de bloques que integran legisladores vinculados a mandatarios, fuerzas provinciales, otros integrantes de lo que fuera hasta ahora Juntos por el Cambio y el peronismo federal referenciado en el exgobernador cordobés y candidato a presidente Juan Schiaretti (Cambio Federal, Innovación Federal, Hacemos nuestro País y Coalición Cívica), que engloban a más de 30 diputados y una decena de senadores, y que dieron señales de coordinación.

El escenario para el oficialismo es, al menos a priori, más complejo en Diputados -donde la dispersión es mayor- que en el Senado. En la Cámara Alta, hace unas semanas, la vicepresidenta Victoria Villarruel consiguió sentar en sus bancas a una mayoría de 39 senadores, de todos los bloques menos UxP, para votar las autoridades parlamentarias y para establecer un esquema de integración de comisiones que dejara al kirchnerismo en minoría.

Victoria Villarruel abrió su primera sesión en el Senado y el oficialismo, con el apoyo de toda la oposición menos el kirchnerismo, definió a las nuevas autoridades parlamentarias (Foto: Telam)

Victoria Villarruel abrió su primera sesión en el Senado y el oficialismo, con el apoyo de toda la oposición menos el kirchnerismo, definió a las nuevas autoridades parlamentarias (Foto: Telam)

Esa mayoría circunstancial, sin embargo, está lejos de ser automática, y tanto en el PRO, como la UCR y los bloques federales, advirtieron que las discusiones también se darán ley por ley.

El Congreso sigue en movimiento, los bloques y las afinidades siguen mutando hasta el día de hoy. En este mar revuelto es donde los libertarios deberán ir a pescar los votos que les faltan.

La estrategia libertaria y la pelea por el DNU

Algunos gestos presidenciales generaron malestar incluso en aquellos bloques en los que la decisión de colaborar con la “gobernabilidad” es más fuerte: el discurso inaugural a espaldas del Congreso y la decisión de dictar un mega DNU para evitar el tratamiento legislativo de cada artículo del decreto que modifica o deroga una ley.

Parte de la estrategia libertaria de negociación -interpretan en esas mismas bancadas- es bastante evidente y -juzgan algunos diputados y senadores- hasta entendible: suplir con el 55% obtenido en el balotaje lo que no se consiguió, ni en las legislativas del 2021, ni en octubre del 2023.

“Los diputados y senadores del país tienen la responsabilidad histórica de ser parte de este cambio u obstruir el proceso de reformas más ambiciosa de los últimos 40 años para poder lograr poner en marcha las fuerzas productivas de los argentinos”, desafió Milei la semana pasada en la cadena nacional con la que anunció su DNU.

Javier Milei y su gabinete en el mensaje grabado por cadena nacional. (Foto: Presidencia)

Javier Milei y su gabinete en el mensaje grabado por cadena nacional. (Foto: Presidencia)

“Pareciera que algunos por sadismo y otros por corruptos quieren mantener encadenados a los argentinos que desean salir de la miseria. VLLC”, escribió el Presidente este lunes navideño en Twitter contra aquellos que cuestionaron el decreto. Citó además un textual de Arturo Frondizi para justificar “el quebrantamiento de la rutina administrativa”, rutina que en este caso supondría enviar esas mismas decisiones al Congreso en modo de proyectos de ley.

El DNU debería ser tratado en los próximos días en la Bicameral de Trámite Legislativo, una vez que la comisión esté conformada, un proceso que promete más roces con UxP. Pero, como anticipó TN, la votación en el recinto para definir su validez o invalidez podría demorarse -si es que llega a producirse- hasta marzo. Mientras tanto, el decreto seguirá vigente.

Con el DNU, el gobierno evitó una negociación difícil de proyectos para cuya aprobación, en algunos casos, quizás no tendría mayorías. Aunque no se trate hasta marzo, la pelea por decreto ya recalentó el clima parlamentario y atravesará las negociaciones del paquete de reformas que en las próximas horas ingresará al Congreso.

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