Vélez no ligó nada. Porque cuando estaba mucho mejor que San Antonio Bulo Bulo le anularon un gol, en la jugada siguiente quedó en desventaja y cuando parecía que lo empataba llegó el segundo tanto local. Con un dato curioso: los dos festejos del conjunto boliviano fueron en contra.
El 2 a 1 (Montoro descontó sobre la hora) terminó achicando una distancia en el resultado que no existió en el desarrollo. Más claro: la derrota es demasiado castigo para el equipo que conducen los mellizos Guillermo y Gustavo Barros Schelotto, que ahora comparten la cima del grupo H con su vencedor y se quedó sin invicto.
Todo comenzó de una manera extraña. Porque fue un minuto fatal para el Fortín. Porque el equipo de Guillermo Barros Schelotto, a los 25 minutos, se puso en ventaja ante San Antonio Bulo Bulo con gol de Braian Romero, en duelo por la tercera fecha del grupo H de la Copa Libertadores. Pero pasaron cosas…
Primero, el árbitro brasileño William Sampaio anuló ese tanto por un pisotón del delantero sobre el arquero Saracho, a instancias del VAR.
Acto seguido, en la primera acción de riesgo a favor, el local abrió el marcador. Tras un córner desde la izquierda, Barbosa desvió la pelota de taco, el sutil toque se desvió en Elías Gómez, y descolocó a Tomás Marchiori para el sorpresivo 1-0 del conjunto boliviano.
El gol fue una acción desgraciada para Gómez, que hasta ese momento era la gran figura del partido. A los 7 minutos, el lateral izquierdo sorprendió con un zurdazo desde 25 metros que, potenciado por el extraño efecto que toma la pelota en la altura, reventó el travesaño.
Cuatro minutos después, Gómez volvió a ser protagonista con una gran asistencia a Romero, quien en el mano a mano con Saracho remató con potencia, pero desviado.
A los 19, nuevamente el defensor probó con un fuerte disparo desde la puerta del área que entre el arquero y el travesaño lograron contener.
Pero así de cambiante es el fútbol, en un partido parejo en los 2600 metros de Cochabamba, por la fecha 3 del Grupo H de la Libertadores.
En la segunda etapa, el local aprovechó el cansancio del Fortín, agobiado por el desgaste en la altura. Sin embargo, la paridad era clara. Pero cuando parecía que llegaba el 1 a 1, cayó el 0-2. Y otra vez, en contra. Fue tras otro tiro de esquina, en el que Micahel Santos quiso desviarla en el primer palo y terminó descolocando a Marchiori.
Sobre la hora, Montoro decoró el resultado con un soberbio remate desde el punto penal que infló la red. Y en tiempo de descuento, Romero tuvo el 2 a 2, pero su cabezazo fue derecho a las manos de Saracho.
Después de dos victorias resonantes ante Peñarol como local y frente a Olimpia en paraguay, el equipo conducido por Guillermo Barros Schelotto buscaba un triunfo que le permitiera allanar su clasificación a los octavos de final. Sin embargo, esta derrota, en cambio, dejó emparejada la zona, con el equipo de Liniers y su par boliviano como líderes, con 6 unidades.
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